lunes, 12 de mayo de 2014

Orfebrería China

"Los metales preciosos, oro y plata, alcanzaron su autonomía con los Tang, pues hasta entonces sólo se habían utilizado como complemento a otros materiales, como en el caso del bronce y las incisiones de oro y plata que en él se hacían para su decoración. En este proceso tuvo mucho que ver la apertura de las fronteras chinas y el lujo cortesano de los siglos VII y VIII.

Orfebrería China/ Fuente
A diferencia de las piezas en cerámica, el oro y la plata, por su elevado coste, no se utilizaron en los ajuares funerarios. En el primer período de la dinastía Tang, hasta la rebelión de An Lushan (755), las formas de los objetos en plata y oro continuaron la tradición china: artículos de tocador, joyas, cubiertos y palillos, tijeras...

La decoración fue principalmente de carácter vegetal muy simplificada hasta la adopción y asimilación de motivos extranjeros. El loto, flor asociada hoy a China, pero de procedencia india, siendo símbolo del budismo, fue uno de los temas más repetidos, junto con la vid y la palma ambos entrelazados en roleos vegetales, donde no faltaban animales. Fueron dispuestos guardando un esquema geométrico propio del arte sanida, insertos en grandes pétalos o formas circulares.

Las formas también se transformaron: aparecen cuencos con los bordes polilobulados, botellas de cuello alargado llamadas baoping (botellas de ambrosía), procedentes de la India y que aparecen en las pinturas murales de Dunhuang, en manos de divinidades budistas, conteniendo ambrosía: el agua de la vida y la inmortalidad. Junto a ellas, espejos de boda, por la asociación simbólica de sus motivos decorativos: parejas de aves, y motivos de paz, felicidad, armonía y prosperidad.

Tras la rebelión de An Lushan, la producción artística se vio amenazada por la falta de estabilidad interna y los desórdenes militares en las fronteras, que impidieron la importación de oro y plata. El barroquismo de copas y botellas dio paso a la simplicidad de cuencos y cajas, donde se huía del horror vacui, dejando al descubierto los bordes de las piezas o intercalando mayor espacio entre los motivos decorativos. La producción de objetos de oro y plata disminuyó en los últimos años de la dinastía, al igual que las demás artes, teniendo que esperar casi un siglo para reiniciar una tradición que nunca volvió a recuperar su esplendor.

Dentro de las artes del metal, el bronce recuperó en las dinastías Sui y Tang la valoración material que tuvo con las dinastías Shang y Zhou. Constituye un magnífico ejemplo de la característica asimilación del pueblo chino. Un material ancestral, ligado íntimamente a los primeros ritos, va a dar forma a las divinidades de una religión extranjera: el budismo. El bronce fue utilizado como una réplica a las esculturas de las grutas budistas, reproducidas en menor tamaño y de uso privado. Se representó a todo el olimpo budista: el Buda Sakyamuni, Vairocana, Maitreya, Avolikitesvara, y a divinidades menores, sentadas o de pie, adquiriendo los volúmenes gran sentido plástico al abandonar la frontalidad de las siluetas".

Fuente:  
http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/3836.htm
Realizado por: Ángela García de Dionisio 

jueves, 8 de mayo de 2014

Orfebrería cultura San Agustín

Objeto orfebre Cultura San Agustín/Fuente
“Los hallazgos verificados hasta ahora demuestran plenamente que entre las actividades de estos pueblos existía la industria de la orfebrería. No alcanzaron, desde luego, los acabados productos ni las adelantadas técnicas que lograron los orfebres prehispánicos de otras regiones de Colombia, tales como los Quimbayas y los Sinúes. 

Sin embargo, conocieron la metalurgia del oro y del cobre, que mezclaron para hacer, mediante las técnicas de alambrado, laminado y fundición, cuentas diminutas de collar, al parecer fundidas a la cera perdida, zarcillos, narigueras, diademas y colgantes, estos últimos a veces con engarces de cuentas de cuerno o de piedras finamente pulimentadas.

La presencia de gotas de oro fundido, fragmentos de láminas, pedazos de narigueras y crisoles de cerámica, en los depósitos arqueológicos de la Mesita B, lo mismo que la identidad de algunas de las piezas halladas con los adornos que aparecen representadas en varias estatuas, demuestra claramente que no se trataba de productos de intercambio comercial, sino de una industria local, que utilizó los aluviones auríferos del Mazamorras, Naranjos y otros ríos y quebradas de la región de San Agustín, y que representó en algunos de sus productos motivaciones de acentuada significación religiosa, como son los motivos ornitomorfos.

Todo parece indicar que el trabajo de la orfebrería se inicia en San Agustín en la fase inferior, es decir, desde los comienzos mismos del desarrollo cultural. Así lo indican los hallazgos hechos en el sitio denominado Alto de Lavapatas y en estratos de la Mesita B, que han sido fechados por el sistema del Carbón 14 y que corresponden, estos últimos, a las primeras décadas de la era cristiana”.

Realizado por: Ángela García de Dionisio