"La orfebrería es otro
de los importantes capítulos del arte Moche. Las evidencias más
tempranas del trabajo de los metales se remontan en Perú (y en toda América) al
1500 a. C. y proceden del yacimiento de Waywaka, en la región de Andahuaylas,
en la sierra sur, en forma de minúsculos trocitos de oro laminado.
Orfebrería Moche/ Fuente |
En Chavín el trabajo del metal se encuentra ya plenamente desarrollado
trabajándose en oro una serie de objetos con la técnica del martillado y del
repujado, y recogiéndose los elementos de la iconografía tradicional. En Paracas-Nazca la orfebrería es poco compleja, destacando sobre todo la
elaboración de objetos hechos con placas recortadas y repujadas, siendo muy
características las formas de plumas y unas grandes narigueras figurando barbas
o bigotes de felinos.
La orfebrería Moche tiene
una estética mucho más escultórica y una serie de importantes logros técnicos,
como el trabajo de la plata, la fundición a la cera perdida y la maestría en
los trabajos de martillado y repujado. La iconografía es la tradicional,
dominando los temas de aves y felinos plasmados en una estética de grandes
planos y de expresión poderosa.
Entre los objetos son
típicos las máscaras de difuntos, los grandes adornos para la cabeza en forma
de mascarones frontales, pero también delicados trabajos de incrustaciones de
turquesas y otras piedras en orejeras circulares con representaciones de
guerreros, que se enriquecen con la adición de bolillas de oro. Es frecuente la
asociación de la orfebrería con los enterramientos. Aunque prácticamente la
totalidad han sido saqueados, siendo el fantástico ajuar del Señor de Sipán una
buena muestra".
Realizado por: Ángela
García de Dionisio
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